María Domenech
Desde niño pintaba, lo hizo gracias a la influencia que la figura de su madre tuvo en su vida y en su obra. Obsesionado con la naturaleza, su obra es una conversación artística constante con el entorno. Alejandro Tosco se podría definir con muchos colores, pero, sin duda, uno de ellos es el azul. El mar, los charcos, el cielo, nuestro origen volcánico definen gran parte de su producción artística, una actividad que comenzó hace 31 años cuando realizó su primera exposición pública. Confiesa que puede vivir o, más bien, sobrevivir del arte; a la vez que solicita una mayor implicación de las instituciones públicas con los artistas de nuestra tierra. Comprometido socialmente con la tierra en la que vive, Tosco tiene múltiples facetas, entre ellas, la de ostentar el título de Cónsul Honorífico de Guatemala, un cargo que también ejerce con la visión artística que otorga la fusión cultural de nuestros pueblos. Su vida es arte, un oficio sin el que podría entender su vida, que lleva a cabo con vocación, talento y mucha pasión.
1. Pintor, escultor y diseñador de joyas, ¿cuál de estas tres vertientes es tu niña bonita?
Yo añadiría la cerámica y la escritura, de hecho, ahora estoy trabajando en otro libro y el mes pasado saqué, junto a Fátima Hernández, el libro “Naturaleza pictórica”, editado por Museos de Tenerife, en donde conjugamos Biología y Naturaleza. Pero te tengo que confesar que mi niña bonita es la pintura, es la base de todo mi pensamiento artístico, de ahí fluyen y se desarrollan todas mis inquietudes.
“Tengo que confesar que mi niña bonita es la pintura, es la base de todo mi pensamiento artístico, de ahí fluyen y se desarrollan todas mis inquietudes”.
2. Se cumplen 31 años de carrera artística, cuéntanos, ¿cómo fueron tus comienzos? ¿Quiénes fueron tus referentes?
Sí, se cumplen 31 años desde mi primera exposición colectiva en 1994, son 31 años exponiendo públicamente, aunque lo mío empezó desde niño cuando comencé a pintar, algo que le debo a mi madre que era pintora y escritora, que fue mi mentora, que fue todo en mi vida y el 100% en mi obra y mi faceta artística. Y en cuanto a mis referentes, tengo muchos; desde el impresionismo, con Van Gogh o Matisse; del Surrealismo, destacaría a Dalí o el maestro canario Oscar Domínguez; del Cubismo, Picasso o Juan Gris, etc. Hay tantos que es difícil, pero no puedo olvidar a mis referentes canarios como Néstor Martín Fernández de la Torre, Millares, Manrique o Domínguez, la verdad es que es difícil nombrarlos a todos porque tenemos muchos y muy buenos.

“Pintar es algo que le debo a mi madre que era pintora y escritora, que fue mi mentora, que fue todo en mi vida y el 100% en mi obra y mi faceta artística”.
3. Si tuviéramos que asociar un color a tu obra, ese sería el azul. ¿Qué papel juega el mar en tus creaciones y qué te ha llevado a encontrar en el mar esa inspiración?
Sí podría ser el azul, más bien diría los azules, obviamente no podemos olvidar en donde vivimos, el mar es esencial en nuestra tierra y ha tenido un protagonismo especial en mi obra. También he tenido etapas en las que he pintado más cielo, más tierra y más volcán, pero, sin duda, el mar es muy importante para los isleños y nuestra vida en general. He pasado por muchas etapas, muchos colores, el verde también ha tenido un protagonismo especial, pero sí puedo decir que el azul es el que más me ha marcado, el mar es mi pasión y mi madre también tuvo especial devoción por la costa y eso me lo inculcó.
4. ¿Dónde encuentras la inspiración?
Claramente en la naturaleza, mi obra es un discurso constante y obsesivo con la naturaleza; el cielo, la tierra, el mar, los charcos que tienen una vida espectacular. También mi obra incluye crítica al daño que, como humanos, le hacemos a esa naturaleza rebasando límites insospechados. Pero sí, podemos decir que la constante de mi obra es ese diálogo con el entorno natural.
“El mar es esencial en nuestra tierra y ha tenido un protagonismo especial en mi obra”.
5. Hay lugares emblemáticos de las islas que exhiben el arte de Alejandro Tosco. ¿Cuáles destacarías?
Estoy muy agradecido de que expongan mis murales o mis esculturas, pero, obviamente, esa vanidad de que luzcan tus obras donde naciste me produce un orgullo y una satisfacción enorme. Que en la entrada marítima de Santa Cruz de Tenerife luzca una escultura mía, me genera mucha satisfacción. Puedo hablar de muchas, llevo muchos años reivindicando que somos 8 islas; y mi obra de “Ocho islas”, reivindicando la importancia de La Graciosa; o mi obra dedicada al Santo Hermano Pedro, representan importantes hitos en mi carrera que me llenan para seguir trabajando.
6. ¿Canarias valora a sus artistas? ¿En qué momento estamos?
Te diría que no, que Canarias tiene una cuenta pendiente y en negativo con nuestros y nuestras artistas. Tenemos mucho y bueno, algunos de ellos están más reconocidos fuera que dentro, como Manolo Millares que no tiene ni un museo dedicado cuando es uno de los pintores más importantes de este siglo en España; también está Óscar Domínguez, uno de los padres del surrealismo. El único al que realmente reconocieron y apoyaron es a César Manrique, uno de nuestros grandes maestros. Tenemos muchos, pero no reconocidos como Juan Ismael en Fuerteventura, uno de los surrealistas mejores de España, también Cándido Camacho o González Méndez en La Palma. Sin duda, es una tarea pendiente de las entidades públicas, por suerte, muchas privadas cada vez hacen más por nuestra cultura y pongo como ejemplo la Fundación CajaCanarias o Mapfre. Yo llevo años reivindicando que turismo y cultura también van de la mano y que se entienda la necesidad de difundir y apoyar más al talento artístico que tenemos en Canarias.

7. ¿Se puede vivir del arte?
Sí se puede, pero no es fácil, somos unos pocos privilegiados los que vivimos del arte, muchas veces digo que, más que vivir, es sobrevivir del arte; lo digo porque cuando uno empieza y conoces un poco al gremio te das cuenta de que es muy complicado, no tienes ningún tipo de estabilidad económica, siempre a la espera de la venta de un cuadro, o una escultura. Hay una estadística (desconozco su oficialidad) que habla de que solo un 20% de los artistas, llegan a vivir del arte, por lo tanto, me considero un privilegiado. Asimismo, es triste que se pierda tanto talento por el camino por falta de estabilidad económica.
“Somos unos pocos privilegiados los que vivimos del arte, muchas veces digo que, más que vivir, es sobrevivir del arte”.
8. ¿Y cómo conjuga el arte con los nuevos tiempos y el uso de las redes sociales?
Yo creo que las redes sociales tienen su parte buena y mala; la buena, la visibilidad que le da a tu obra y que puedas llegar al mundo entero con muy poco; la mala, que se pierden muchos escalones como las galerías, marchantes, anticuarios, son escalones que se están perdiendo en la venta de arte y no podemos olvidar que son parte esencial del gremio. Ahora, con las redes sociales, puedes llegar al comprador prácticamente gratis, antes eso era impensable; antes te tenías que ir como mínimo a Madrid, a Nueva York o a París para poder posicionar tu obra, ahora las redes sociales representan en sí, un escaparate.
9. Tienes otras facetas muy interesantes, tanto sociales como diplomáticas. ¿Cuáles son?
Siempre intento no mezclar mi profesión artística porque es mi vida, lo que más me apasiona, y desde niño siempre ha sido una constante. Esa es la línea que me ha movido para seguir trabajando en muchas juntas directivas de instituciones y asociaciones culturales como asesor y colaborador; he sido vicepresidente de la Asociación de Artistas de Canarias; presidente del Círculo de Bellas Artes; vocal de la asociación canaria Alexander Von Humboldt; y también colaboro con ONGs como Unicef. Pienso que es importante dedicar tu tiempo y tus conocimientos a tu gremio. Y luego está mi faceta diplomática como cónsul honorario de la República de Guatemala, pero esta es una faceta más silenciosa y discreta en mi vida, que afronto desde un punto de vista más cultural que social, por la satisfacción que me produce favorecer la unión de pueblos hermanos.
10. ¿En qué andas inmerso ahora mismo?
Sacando un nuevo libro que se llama “La ruta cultural Alexander Von Humboldt en Tenerife”, a través de la asociación canaria Alexander Von Humboldt y junto a dos grandes conocedores como son Isidoro Sánchez y Manuel Méndez. Tengo que confesar que, para mí, es un inmenso regalo hablar de la historia y la ruta de Humboldt en Tenerife y estoy disfrutando mucho de esta faceta artística. Al mismo tiempo, estoy terminando una escultura de 5 metros que espero poder inaugurarla en verano; trabajo también en una exposición para el año que viene; tengo varios proyectos que prefiero no contar por cuestión de prudencia; y estoy contento porque tengo mucho trabajo y mucha ilusión que es la que me motiva cada día para seguir trabajando y culminar cada proyecto.