La indumentaria es parte esencial de nuestra identidad, conservarla implica cuidar nuestras raíces, aquello que nos caracteriza y nos identifica como pueblo. En armonía con este principio, el Consejo Sectorial de la Indumentaria Tradicional de Tenerife (CSITT), órgano complementario del Cabildo Insular de Tenerife de carácter técnico y de asesoramiento, trabaja con la misión de informar, proponer, recomendar y orientar en la elaboración, seguimiento y evaluación de políticas insulares destinadas al fomento, protección y difusión de la indumentaria tradicional de la isla.
Y es que, como decíamos, la indumentaria no es solo un conjunto de prendas: es un símbolo cultural, un reflejo de la historia y de la identidad de un pueblo. Por suerte, en la isla de Tenerife contamos con un patrimonio textil riquísimo, cuya gran variedad fue en buena medida desconocida hasta hace pocas décadas. No olvidemos que los trajes tradicionales se relacionan con los distintos periodos históricos, la condición social y económica y la zona geográfica donde vivían las personas que los usaban.
La utilidad es la principal característica de la indumentaria tradicional. Todas las prendas tienen una funcionalidad concreta y eran usadas en la vida diaria, tanto en el trabajo como en las ocasiones más señaladas.
En esta ocasión, queremos acercarnos a las prendas que componían la indumentaria tradicional hacia finales del siglo XIX y principios del XX.
Si echamos la vista atrás en el tiempo, debemos ubicarnos en el período de la Revolución Industrial, en aquel momento comenzaron a llegar a las islas nuevos tejidos y nuevos colores, que poco a poco se introdujeron también en la vestimenta de la población campesina de las islas. Para comprender mejor estas prendas, las presentamos, citándolas de dentro afuera y de arriba abajo.
Indumentaria femenina
Pañuelo: prenda imprescindible para cubrir la cabeza, como protección y símbolo de decoro y tradición.
Sombrero: además de proteger del sol, servía también para cargar sobre la cabeza. Era una pieza utilitaria, más que un elemento de distinción.
Blusa: siguiendo las modas llegadas de Europa, se confeccionaban sobre todo en algodón, y en menor medida en lino. Comenzaban a incorporarse adornos y detalles decorativos.
Pololos: ropa interior femenina que aportaba comodidad y recato.
Enaguas: varias enaguas superpuestas que aportaban volumen y estructura a la falda.
Refajo: falda interior de lana o algodón, generalmente de colores vivos, que aportaba abrigo y cuerpo.
Falda: prenda principal de la indumentaria femenina, con tejidos y diseños que variaban según las modas del momento.
Delantal: pieza de uso práctico para proteger la falda, pero también decorativa en contextos festivos.
Medias: tejidas en lana o algodón, protegían del frío.
Botas: de cuero, generalmente negras, y podían ser de botones o atadas con cordones.
Indumentaria masculina
Sombrero: complemento inseparable, no se concebía salir al exterior sin cubrir la cabeza.
Camisa: generalmente blanca, aunque comienzan a llegar telas industriales de colores.
Chaleco: prenda intermedia, ajustada al torso, que daba formalidad y permitía llevar pequeños objetos en sus bolsillos.
Chaqueta: usada en ocasiones especiales o para protegerse del frío, confeccionada en paño o lana.
Pantalón: de corte sencillo, líneas rectas y muchas pinzas en la cintura, siguiendo la moda del momento.
Fajín: generalmente de lana del país, que se ceñía a la cintura , protegiendo las lumbares, tanto del duro trabajo como del frío.
Calcetines: generalmente de lana inglesa.
Zapatos: de cuero, resistentes y duraderos, diseñados para la vida diaria en el medio rural.
Cada prenda de la indumentaria tradicional de Tenerife, es un legado vivo, y guarda en sus hilos la memoria de generaciones pasadas. Conocerlas y difundirlas es una forma de valorar nuestro patrimonio cultural y garantizar que esta herencia continúe viva en el presente y en el futuro. Afortunadamente, observamos una tendencia positiva en este sentido, mujeres y hombres, chicos y chicas que aprecian el valor de la vestimenta de nuestras ancestros y muestran un mayor interés por una correcta aplicación de nuestros usos y costumbres. Una población más consciente de que el respeto por nuestras tradiciones, se lo debemos a la tradición oral, escrita, materia e inmaterial, pero también, al fomento de su conocimiento, de ahí la importancia de iniciativas como ésta.
Desde el Área de Empleo, Juventud y educación que lidera el consejero, Efraín Medina, en el Cabildo de Tenerife, se ha desarrollado esta campaña educativa de divulgación con la idea de compatibilizar el mantenimiento de la identidad y la defensa de nuestra indumentaria tradicional con las nuevas tendencias en la moda canaria, sin confundirlas ni mezclarlas, pero siendo conscientes de que las dos forman parte de una misma evolución. Es lo que estimuló que la campaña “Nuestra identidad está de Moda” promoviera la defensa de la indumentaria tradicional y las artesanías que la conforman como elementos identitarios de nuestro pueblo, cuyo principal objetivo es la concienciación sobre la importancia social y cultural que tiene el hecho de vestir correctamente la indumentaria regional; y, asimismo, poner en valor la misma como patrimonio cultural de nuestra isla.