FAMILIAS CANARIAS FUNDAN SAN ANTONIO DE TEXAS 

AÑO 1731

La ciudad de San Antonio de Texas fue fundada por un grupo de canarios, después de un heroico recorrido colmado de penurias y calamidades. Armando Curbelo Fuentes, autor del libro “La fundación de San Antonio de Texas”, relata que la idea de poblar este territorio se produjo a raíz de un informe falso enviado por el Marqués de San Miguel de Aguayo al Rey Felipe V de Borbón en el que le advertía de un posible ataque al Virreinato de Nueva España desde la Luisiana francesa. El monarca trasladó su preocupación al Juez de Comercio de Indias de Canarias y le pidió el reclutamiento de familias isleñas para poblar las fértiles y ricas tierras que, supuestamente, estaban en peligro. Siete familias de Lanzarote y tres procedentes de La Palma, Tenerife y Gran Canaria, dieron el paso voluntariamente para emprender la aventura americana – sufragada por la Real Hacienda- lejos de una tierra azotada por la hambruna.

Las 56 personas que formaron la expedición iniciaron la travesía marítima el 27 de marzo de 1730 a bordo del “Santísima Trinidad y Nuestra Señora del Rosario”, desde Santa Cruz de Tenerife rumbo a La Habana. La embarcación portaba sacos de gofio y hasta una piedra de molino para elaborar este producto. Cruzaron el Atlántico en 44 días de calvario en los que sufrieron varios temporales que pusieron en riesgo sus vidas. 

Dos meses después partieron hacia Veracruz, punto de la costa mexicana que alcanzaron tras diez días de navegación. El 1 de agosto comenzaría un largo y tortuoso recorrido hacia el interior. El alcalde les proporcionó, por orden del Virrey de Nueva España, una pequeña escolta militar, 85 caballos, 65 mulas de carga, una docena de carretas y un guía. En siete interminables meses, avanzando lentamente desde el alba hasta el crepúsculo, padecieron temperaturas extremas y el ataque por dos veces de indios coman- ches. En uno de ellos perdieron medio centenar de caballos.

El 9 de marzo de 1731, casi un año después de zarpar de Tenerife y después de haber recorrido por tierra más de 2.000 kilómetros, la caravana alcanzaba su destino final. Se les asignaron tierras y comenzaron a trazar las calles de San Fernando de Béxar, germen de la que sería gran ciudad de San Antonio de Texas.

El 1 de agosto se constituyó el Cabildo de San Fernando, primer gobierno municipal, compuesto exclusivamente por canarios. Su primer presidente fue Juan Leal Goraz, natural de San Bartolomé (Lanzarote), que durante todo el viaje asumió el liderazgo de la expedición. El acto se celebró en el Fuerte El Álamo, junto al Río San Antonio. El Cabildo se mantuvo hasta la invasión de los anglosajones.