“Para muchos clientes Doña Efigenia es mucho más que un plato de comida, simboliza un recuerdo, un viaje a su infancia, a sus orígenes”
Efigenia Borges es un símbolo de la isla de La Gomera, una guardiana de las tradiciones, recetas, leyendas y anécdotas acumuladas con los años y la experiencia. Su restaurante ´La Montaña – Casa Efigenia´, es un punto de peregrinación obligatoria en la isla. Es uno de esos establecimientos de los que van quedando pocos, por lo que casi podríamos concebirlo como un lugar de culto. El 2025 se sumará a su larga trayectoria de reconocimientos por ser el año en el que el Gobierno de Canarias le concede la Medalla de Oro a toda una vida de trabajo y cultivo de la tradición, la gastronomía y la sabiduría popular. Efigenia Borges es cultura viva de Canarias, embajadora de la isla colombina y todo un referente turístico. Es el verdadero ejemplo de la cocina que está en armonía con el paisaje y se alimenta de un recetario que no entiende de años ni fechas en el calendario. Son platos que no pasan de moda, que evocan recuerdos, sabores de infancia, de otros tiempos. Es ese moderno concepto que hoy denominamos ´gastronomía de kilómetro cero´pero que ya fue inventado en tiempos pretéritos. Hoy es su hijo Sergio el que ha tomado orgulloso el relevo de Casa Efigenia para perpetuar la vida de aquello que sus padres iniciaron como una ventita y que su madre moldeó hasta convertirlo en el lugar de referencia que es hoy. Y es que, sin duda, Efigenia es Oro y todo un ejemplo de lo que simboliza la canariedad: entrega y lucha.
1. Estamos a las puertas del verano, ¿cómo se vive en Casa Efigenia esta época del año?, ¿cuál es la época de mayor afluencia de visitantes?
Cualquier época en Casa Efigenia se vive muy bien, feliz. La clientela para nosotros es muy importante, con independencia de su procedencia. Tenemos la suerte de que nos visitan a lo largo de todo el año y son clientes que no sólo buscan una experiencia gastronómica, también vienen a disfrutar de un paisaje único, natural.
2. ¿Varía la carta en función de la temporada, o el puchero de Efigenia siempre apetece?
Aquí siempre apetece el puchero y el potaje de berros, de hecho, fue lo primero que se hizo en esta cocina y, por supuesto, lo seguimos haciendo. Lógicamente, con el paso del tiempo hemos ido enriqueciendo nuestro menú, pero sí podemos decir que nuestra carta no varía, es la misma todo el año.
Los orígenes de Casa Efigenia están en una ventita que era de la familia de mi marido. Con el paso del tiempo, esa ventita se convirtió en una casa de comidas.
3. Hablemos de los orígenes, porque todo surgió como una pequeña “ventita”, ¿cómo nació el restaurante La Montaña de Doña Efigenia?
Los orígenes de Casa Efigenia están en una ventita que era de la familia de mi marido. Con el paso del tiempo, esa ventita se convirtió en una casa de comidas. La primera comida que comenzamos a servir era una ración de gofio con queso picado para acompañar los vasitos de vino. Poco a poco fuimos conformando una clientela de personas que venían a comer platos de cuchara en armonía con nuestro entorno, como solemos decir hoy, gastronomía de kilómetro cero. Y esa filosofía gastronómica fue creciendo y evolucionando hasta lo que somos hoy.

4. ¿Qué papel ha jugado el entorno en la carta de Casa Efigenia?
Uno de los grandes atractivos de Casa Efigenia es que está en medio de la naturaleza. Esa convivencia constante y en armonía con el entorno define la esencia de nuestros platos. Como se suele decir, “de la tierra, a la mesa”, porque nuestro menú depende del campo que le rodea. Apostamos decididamente por el producto local e insular.
Uno de los grandes atractivos de Casa Efigenia es que está en medio de la naturaleza y esa convivencia constante y en armonía con el entorno, define la esencia de nuestros platos.
5. ¿En qué año, época, se dio cuenta de que Casa Efigenia ya era todo un punto de peregrinación obligatoria en la isla?
En los años 80, esa es la década que marca nuestro punto de inflexión. Fue en esos años cuando nos convertimos en una referencia para los caminantes que llegaban procedentes de los distintos puntos de la isla de La Gomera. Para todos ellos la primera parada era el Parque de Garajonay y, la segunda, nuestra casa de comidas.
6. ¿Qué le piden más, el puchero o el potaje de berros?
A día de hoy te puedo decir que nos piden las dos cosas por igual. Nos piden tanto el puchero como el potaje de berros. La verdura y los vegetales tienen mucho peso en nuestra cocina, hay quien incluso nos ha calificado como “vegetarianos”. Para muchos clientes un plato de potaje de Doña Efigenia es mucho más que una comida, simboliza un recuerdo, un viaje a su infancia, a la comida de su casa, de sus orígenes.
Nos piden tanto el puchero como el potaje de berros. Nuestro menú depende del campo que le rodea y apostamos decididamente por el producto local e insular.
7. Casa Efigenia fue uno de los puntos de referencia de los primeros turistas que llegaban a la zona de Valle Gran Rey. ¿Cómo vivió aquellas primeros pasos del turismo y convertir la gastronomía gomera en todo un atractivo y reclamo?
Los primeros turistas que llegaron siempre fueron recibidos con mucho cariño, la gran mayoría procedentes de Alemania, Austria, Suiza, etc. Al principio nos comunicábamos prácticamente por gestos, poco a poco aprendí parte de su vocabulario y, en la actualidad, me manejo bastante bien con el alemán. Facilitar a los visitantes que se sientan como en casa, en familia, compartir nuestras vivencias, nuestra forma de vida ha sido parte de nuestra receta.

Los primeros turistas que llegaron siempre fueron recibidos con mucho cariño, la gran mayoría procedentes de Alemania, Austria, Suiza, etc.
8. Usted encierra todo un anecdotario y saber de la isla entre sus fogones. ¿A quién le ha trasladado todo su conocimiento?
Pues he decidido trasladar mi conocimiento a toda mi familia y a todas las personas que me han acompañado en este camino llamado vida.
9. Las paredes de su restaurantes escriben, con multitud de publicaciones en prensa, la historia que encierra Casa Efigenia, conocida y reconocida en Canarias, en el resto del Estado, en Europa y hasta en América. ¿Qué supuso sentar en su mesa a la ex canciller alemana Angela Merkel?
Pues ahora, con la perspectiva del tiempo, te puedo decir que para mi fue un orgullo y un placer haber compartido esos momentos con la ex canciller. Fue un momento que trascendió a la prensa y que tuvo mucha repercusión, pero te puedo decir que, al margen de la anécdota, para nosotros todos los clientes son muy especiales. También es verdad que los turistas, al igual que sucedió con Merkel, nos visiltan en busca de tranquilidad, de relax, quieren ser tratados con cercanía pero también con normalidad.
Para mi fue un orgullo y un placer haber compartido esos momentos con la ex canciller, Angela Merkel. Fue un momento que tuvo mucha repercusión en la prensa, pero te puedo decir que para nosotros todos los clientes son muy especiales.
10. Tras más de 50 años al frente de este emblemático restaurante, ¿se atreve a contarnos la receta del éxito?
Pues con el paso del tiempo y la experiencia acumulada me atrevería a decir que el secreto de nuestro éxito han sido las comidas tradicionales, naturales, elaboradas con productos de proximidad; pero, sin duda, el ingrediente estrella ha sido el cariño que le hemos dado a todos los que nos visitan.