Nace en el municipio de Agulo, en La Gomera, el año 1844 – 1910, Agulo, La Gomera. Su familia, que pertenece a la clase dominante de la isla, emigra a Cuba, algo muy común en la época. Allí pasa la autora desde los nueve a los dieciocho años, recibiendo una esmerada educación. De vuelta a la isla contrae matrimonio con el político local más poderoso del momento. Empezó a escribir desde muy joven un cuaderno íntimo, en el que se encuentra la mayoría de los poemas que hoy conocemos. Su escritura está cercana al romanticismo hispánico, pero muestra algunos elementos insulares (cubanos y canarios) en diversos modos estróficos. Probablemente, tras convertirse en una mujer casada, abandona la escritura.
Su carácter resume la actitud romántica frente a la vida: Siendo yo tan amiga de reír no sé por qué todos mis versos tienen cierta tendencia a la melancolía.
En algunos de los textos que se conservan aparecen ideas políticas liberales y republicanas, como se refleja en el poema “¡Libertad!”. También en algunos de sus versos se muestra crítica ante la condición de la mujer en la sociedad tradicional y machista en que vivió: existen hombres menguados / que engañan a una mujer / tan solo por el placer / de mirarse… despreciados. / Cuán desgraciada es la vida / de la infeliz mujer…
Su obra como tal nunca se publicó, como ocurrió con todas las escritoras de su época. Sus poemas se encontraban dispersos y buena parte se ha perdido. El más famoso de los que se conservan es El asesino condenado a muerte.