Agua Fuentealta, cinco décadas de historia y compromiso con la sostenibilidad

Tamara Díaz

La empresa, de Grupo CIO, nació gracias a la visión emprendedora de Luis Zamorano Tais, en 1975 desde entonces ha crecido con la sostenibilidad y la innovación como señas de identidad

Fuentealta, la emblemática marca de agua mineral de Vilaflor, celebra 50 años de historia. Desde su origen en 1975, la empresa ha evolucionado manteniendo su arraigo canario, su apuesta por la sostenibilidad y su compromiso con la comunidad. Su trayectoria ha estado marcada por la calidad y el respeto por el entorno, reflejados en cada botella que llega a las mesas de los canarios.

Un viaje natural desde el corazón del Teide
El agua de Fuentealta sigue un proceso natural único: las lluvias y nieves del Teide se filtran lentamente a través de capas de roca volcánica durante décadas hasta emerger en un manantial situado a 1.500 metros de altitud, dentro de la corona forestal del Parque Nacional del Teide. Este origen privilegiado dota al agua de una composición mineral inigualable y una pureza excepcional.

La historia de la marca comenzó gracias a la visión emprendedora de Luis Zamorano Tais, hijo de Luis Zamorano Benítez, fundador de Grupo CIO, un holding familiar canario con más de un siglo de trayectoria. Desde entonces, Fuentealta ha crecido sin perder su esencia. “Nuestro arraigo con la isla es clave para nosotros y nos marca una forma de trabajar muy ligada al cuidado del entorno y la minimización de nuestra huella”, explica José María Cortés, director comercial de la empresa.

Innovación y sostenibilidad: pilares fundamentales
A lo largo de sus cinco décadas de trayectoria, Fuentealta ha demostrado un firme compromiso con la sostenibilidad y la innovación. En 2019, se convirtió en la primera empresa envasadora de Canarias en incorporar un 25% de PET reciclado en sus botellas, reduciendo significativamente el uso de plástico virgen y evitando la utilización de más de 100 toneladas de plástico nuevo al año. Esta iniciativa no solo disminuye la huella ambiental de la empresa, sino que también anticipa las normativas europeas que exigen un porcentaje mínimo de material reciclado en los envases para 2025.


Además de sus esfuerzos en sostenibilidad, Fuentealta ha diversificado su oferta para adaptarse a las necesidades de sus consumidores. La empresa ofrece una amplia gama de formatos, desde botellas individuales de 33 cl hasta garrafas familiares de 8 litros, pasando por su línea de vidrio retornable en formatos de 50 y 75 cl, con y sin gas. En 2020, lanzó un servicio de venta a domicilio, facilitando el acceso a sus productos y reforzando su compromiso con la comunidad canaria.


La planta de embotellado ocupa una superficie de 5000 m2 con una capacidad de envasado de 100 millones de litros/año en presentaciones de varios formatos.

Un compromiso social que fluye
Fuentealta mantiene un firme compromiso con la comunidad, reflejado en su iniciativa #HazQueFluya. “Creemos que el cambio real se consigue con pequeños gestos que, sumados, hacen una gran diferencia”, señalan desde la compañía.

Este compromiso se materializa en el apoyo continuo a eventos deportivos, causas sociales y encuentros culturales en Canarias. En los últimos cinco años, ha donado más de 800.000 litros de agua a iniciativas solidarias y ha patrocinado numerosas pruebas deportivas y festivales locales.

CIO, un ejemplo de emprendimiento y diversificación

Fuente alta forma parte del Grupo CIO, que lleva el sello emprendedor de la familia Zamorano, una importante estirpe de industriales que inician su actividad en 1902, de la mano de Luis Zamorano Benítez, creador de una de las primeras fábricas de tabaco de Canarias. La trayectoria empresarial del grupo ha estado marcada por importantes hitos que lo han convertido en una empresa referente en Canarias con un modelo basado en la diversificación.

Su sucesor, Luis Zamorano Tais fue socio fundador de empresas tan arraigadas en la historia económica de Tenerife como Montesano, 7 Mares, Frigoten y el Supermercado San Antonio, el primero en Tenerife. También creó “Gánigo”, la mejor galería de arte de la isla y abarcó el sector inmobiliario con edificios en calles céntricas de Santa Cruz de Tenerife y naves industriales, entre otras.

En los años 90, el carácter emprendedor de la familia volvió a surgir afrontando el reto de un nuevo proyecto sin precedente en el sector turístico: el Hotel Bahía del Duque. El primer hotel de lujo de estas características en el archipiélago y un claro ejemplo de la cultura de la hospitalidad canaria y el sello innovador de Grupo CIO. Bahía del Duque es hoy un icono del servicio más exquisito que con el tiempo dio lugar a The Tais Hotels & Villas, una colección exclusiva de hoteles extraordinarios e independientes, que aúna los futuros proyectos del Grupo y abre las puertas a la expansión internacional, a partir de la experiencia de Bahía del Duque.