María Domenech
El pasado 10 de enero, el Nuevo Teatro Viejo de Arucas, se convirtió en la sede de la toma de posesión del nuevo presidente de la Mancomunidad de Ayuntamientos del Norte de Gran Canaria, Teodoro Sosa, alcalde de Gáldar.
El municipio de Gáldar asume así la presidencia anual de la Mancomunidad por octava ocasión, tras la incorporación del municipio en el año 1974 como municipio fundador, junto a Agaete y Santa María de Guía. Con 50 años de historia, la Mancomunidad del Norte agrupa a once de los veintiún municipios de la Isla de Gran Canaria.
La alcaldesa de Agaete, María del Carmen Rosario, y el alcalde de Santa María de Guía, Alfredo Gonçalves, acompañarán a Sosa como vicepresidentes primero y segundo de la institución comarcal, respectivamente.
- Es la segunda vez que asume la presidencia de la institución. ¿Cómo recuerda la anterior experiencia y de qué forma le ayudó para asumir el cargo por segunda vez?
Es la segunda ocasión que tengo la oportunidad de presidir la Mancomunidad del Norte en los casi 18 años que llevo al frente del Ayuntamiento de Gáldar. La ocasión anterior fue en 2015 y aquel momento histórico era algo distinto al de ahora: estábamos en aquel momento saliendo de dos crisis tremendas, la del 2008 y la de 2012, con todos los cambios gubernativos que conllevaron y la situación de desempleo que se vivió entonces. Hoy, afortunadamente, la situación es distinta, aunque en medio hayamos superado una pandemia que paralizó el mundo. Aquel año al frente de la Mancomunidad y la experiencia acumulada durante todos estos años me ofrece un conocimiento muy profundo de los municipios y de la realidad de la Mancomunidad. En 2015 aún pedíamos el inicio de la carretera de La Aldea, abaratar y extender las redes de agua desalada, sobre todo para el riego agrícola, la culminación del mercado agrícola de Guía o el apoyo al Parque Científico Comarcal, por citar algunos ejemplos de los problemas comunes. En estos años hemos avanzado mucho en algunos de ellos y otros se han culminado pero después de una década seguimos todavía sin muchos de los problemas del Norte solucionados.

- ¿Es difícil que cada municipio renuncie a sus intereses propios en defensa del interés común de la comarca?
Yo creo que no. Precisamente esta unión de municipios nació con ese objetivo: Hace 51 años Gáldar, Guía y Agaete dejaron intereses partidistas y municipalistas y emprendieron con ilusión un proyecto de visión comarcal que nos hiciera más fuertes y fuera capaz de hacer frente a los retos que teníamos en ese entonces. Esa unión, que en un primer momento se establecía en la comarca Noroeste de la isla, con gran criterio se convirtió en un movimiento aglutinador y se fue extendiendo por todo el Norte. Hoy somos 11 municipios, más de la mitad de la isla y donde gobiernan todos los signos políticos. Pero no habrá visto nuestra ciudadanía problemas a la hora de tratar los asuntos de la Mancomunidad. En la Junta de Gobierno y en el Pleno prima el consenso porque los temas que nos afectan son comunes a todos los municipios.
“Quien quiera conocer la auténtica raíz canaria tiene que venir al Norte, conocer nuestra historia, nuestros cascos históricos, nuestra gastronomía, nuestras zonas de medianía y cumbre, la zona declarada Patrimonio Mundial por la Unesco o la Reserva de la Biosfera”.
- ¿Qué avances ha permitido a estos municipios la pertenencia a la Mancomunidad? ¿Cuáles son sus hitos?
Muchos. El Norte de Gran Canaria no tiene nada que ver hoy con el que era hace medio siglo. Afortunadamente se ha avanzado mucho en todos estos años. La Mancomunidad ha sido determinante para que no se perdiera el Norte en esta isla. Se creó en un momento histórico en el que el boom turístico hizo que todas las inversiones rompieran el equilibrio y se fueran al sur y el desarrollo del Norte quedó lastrado. Hoy el Norte, como dije en el discurso de toma de posesión, afortunadamente acapara las miradas de las instituciones supramunicipales y se esfuerzan en reequilibrar la balanza. Hitos se han logrado muchos: en carreteras, en infraestructuras, en empleo. Pero también tenemos que ser conscientes que muchos de las necesidades de la comarca que llevamos reclamando por décadas aún no están acabados. Y, aunque lo estuviera, no podemos conformarnos. Los once municipios que formamos parte de la Mancomunidad tenemos que ser dinámicos y creativos y tenemos que estar continuamente revisando la lista de necesidades para actualizar nuestros retos y ponernos nuevos objetivos. En mi discurso de toma de posesión fui bastante crítico y enumeré una serie de retos que nos quedan por delante, no podemos caer en la autocomplacencia ni creernos que ya está todo hecho.
- ¿Cuáles son los principales obstáculos que afrontan en la actualidad estos municipios?
En los propios municipios de la comarca hay distintas realidades. Por un lado están las zonas de medianías y cumbre, que llevan décadas sufriendo el despoblamiento. Hay municipios que llevan años trabajando en este sentido porque no podemos permitirnos perder nuestras raíces y el arraigo a la tierra que nos vio nacer. Las administraciones tienen que ser conscientes de este problema y tomar medidas para frenarlo. La vivienda es otro gran problema que afecta a toda Canarias y, especialmente, al Norte de la isla. Llevamos dos décadas sin construcción de promociones públicas y la crisis de 2008 supuso un frenazo a las promociones privadas que no se han llegado a recuperar. No se pueden iniciar proyectos vitales si falta lo más básico que es el hogar. La Mancomunidad debe liderar la puesta a disposición de suelo para la construcción de vivienda pública. El ciclo integral del agua: la depuración, desalación y la puesta a disposición de las aguas depuradas para el riego agrícola y recuperar terrenos de cultivo, que la banda ancha llegue a todas partes, etc.

“Hace 51 años Gáldar, Guía y Agaete dejaron intereses partidistas y municipalistas y emprendieron con ilusión un proyecto de visión comarcal que nos hiciera más fuertes y fuera capaz de hacer frente a los retos que teníamos en ese entonces”.
5. ¿Qué diferencia a los municipios del norte de los de sur? ¿Afrontan realidades muy distintas?
Son dos realidades distintas pero complementarias. Nadie duda que el sur, por el desarrollo que ha vivido en el último medio siglo en torno al turismo, es el motor económico de Gran Canaria. El Norte de Gran Canaria se mantuvo fiel al sistema económico que siempre había conocido en torno a la agricultura, hasta que esta entró en declive. No quiero decir con esto que queramos parecernos al sur de la isla y queramos copiar su modelo a partir de ahora, todo lo contrario. El norte y el sur deben complementarse en base a sus realidades y el Norte está haciendo un importante esfuerzo por diversificar su economía: mantener y promover la agricultura y la ganadería que son esenciales, pero abrirse a otros sectores como el comercial, un poco al industrial, a la búsqueda de un turismo sostenible y también, por qué no, al tecnológico. El Parque Científico Tecnológico Comarcal, ubicado en La Punta de Gáldar, creo que va a ser ejemplo. Ya tenemos empresas innovadoras y también la ULPGC instaladas trabajando e investigando el desarrollo de nuevos materiales a través de la economía circular. Un ejemplo: el desarrollo de materiales a través de las fibras de platanera, que nos sobra en la zona, o la producción de setas con residuos también de plataneras. Culminar este centro con las inversiones que aún restan para su finalización y que sea un escenario propicio para que el Norte pueda avanzar en un sector tecnológico en favor de la sostenibilidad.
6. ¿Cómo definiría el norte de la isla?
Siempre digo que el Norte conserva la esencia de la Isla. En esta zona tienen sus raíces muchas personas que emigraron a otras zonas, como la capital o la zona sur-sureste en búsqueda de oportunidades laborales. Pero quien quiera conocer la auténtica raíz canaria tiene que venir al Norte, conocer nuestra historia, nuestros cascos históricos, nuestra gastronomía, nuestras zonas de medianía y cumbre, la zona declarada Patrimonio Mundial por la Unesco o la Reserva de la Biosfera…
“El norte y el sur deben complementarse en base a sus realidades y el Norte está haciendo un importante esfuerzo por diversificar su economía”.
7. ¿Qué papel juega la ciudadanía en el desarrollo de la comarca?
Fundamental. Antes citaba algunos de los retos que tiene el Norte por delante y esos retos deben estar cimentados en la implicación de la ciudadanía. El Norte tiene potencial para liderar el progreso de esta isla, desde un proyecto de sostenibilidad económica, social y medioambiental de Gran Canaria. Habrá muchos retos que no conseguiremos, pero si ni siquiera los luchamos estaremos traicionando el espíritu de constitución de esta mancomunidad. Tenemos que creérnoslo nosotros, transmitir ilusión a la ciudadanía por este proyecto común y, lo que es más importante, hacerlo realidad en nuestro territorio.

8. ¿Es difícil materializar los retos en un año de mandato?
Un año en efectos prácticos da tiempo de muy poco. Lo importante es que el Norte debe trazar una hoja de ruta consensuada entre los once municipios para que pueda tener continuidad en el largo plazo e independientemente de la persona que ocupe la presidencia tengamos claros cuáles son los objetivos y lucharlos entre todos para conseguirlos.