Savia nueva en la viña de Gran Canaria

Elena Valle / FOTOS – David Delfour

  • El Cabildo pone en marcha el primer vivero multiplicador de vid de Canarias para fortalecer el cultivo y la calidad de los vinos
  • Permitirá entregar miles de ejemplares libres de virus y de variedades certificadas tintas y blancas al año a partir de 2026

El Cabildo ha puesto en marcha el primer y único vivero multiplicador de viña de Canarias, el cual permitirá entregar al sector vitivinícola hasta 10.000 varas al año libres de virus de variedades autorizadas por  la  Denominación de Origen de Gran Canaria para avanzar en la regeneración de los cultivos, mantener el incremento de la superficie cultivada en la isla y la calidad de los vinos con ejemplares sanos y debidamente identificados.

“Es un hito en la mejora de la calidad y la garantía de la supervivencia del cultivo en Gran Canaria y por eso se ha hecho un esfuerzo durante décadas, con un impulso definitivo en los últimos diez años, para dar este paso”, afirma el presidente del Cabildo, Antonio Morales, que avanza que el proyecto tendrá réplica en unas segundas instalaciones de las mismas características en las Medianías para reforzar y garantizar el aporte de plantones al campo. 

La primera convocatoria al sector será publicada antes de que finalice el presente año para proceder al reparto de las estacas de viña, en febrero o marzo de 2026, al tratarse de los meses más propicios para su trasplante. En concreto, serán distribuidos plantones de tres variedades tintas (listán negra, negramoll y tintilla) y cuatro blancas (listán blanca, vijariego, moscatel y albillo ). 

Por su parte, el consejero de Sector Primario, Soberanía Alimentaria y Seguridad Hídrica del Cabildo, Miguel Hidalgo, señala que la iniciativa se enmarca en los planes estratégicos de la Institución insular en estrecha colaboración con el sector y recalcó gráficamente que “para tener un buen vino tenemos que tener las cepas adecuadas”. 

Este proyecto se puso en marcha con el objetivo de dar respuesta a un sector vitivinícola en crecimiento, que se enfrentaba a un grave problema: aproximadamente el 90 por ciento de las cepas de la isla estaban envejecidas o afectadas por virosis, lo que provocaba una importante merma en la producción y, en consecuencia, una disminución en la calidad de los vinos. 

Para que las cepas pudieran ser consideradas como material base, era necesario que arrojaran resultados negativos durante dos años consecutivos en las pruebas de detección de virus, utilizando la técnica conocida como test ELISA, y certificada por el Laboratorio Nacional de Referencia.

Una vez identificadas las plantas sanas, se seleccionaban dos o tres clones por variedad. Estos se establecían en campos de cepa madre en la Granja Agrícola del Cabildo, y paralelamente se replicaban en la Finca El Galeón. A lo largo de estos más de 25 años, el proyecto ha enfrentado numerosos obstáculos. Además, ha sido necesario arrancar numerosos clones que, tras el tiempo, resultaron positivos en virus, lo que supuso un esfuerzo constante por mantener la sanidad vegetal.

Finalmente, en el año 2023 se solicitó al Gobierno de Canarias el reconocimiento oficial como vivero multiplicador estándar. Para ello, se estableció un vivero de campo de 1.000 metros cuadrados, donde las cepas madre se cultivan en sistemas Air-Pot sobre alfombras especiales que impiden el contacto con el suelo, garantizando así condiciones óptimas de sanidad.

DESPIECE. OTRO PASO EN LA POLÍTICA INSULAR DE APOYO AL SECTOR

El presidente del Cabildo, Antonio Morales, señala que el vivero “es un nuevo paso dentro de una política de apoyo del Cabildo en coordinación con el sector que nos permite ser la única isla donde crecen los cultivos de vid, así como su calidad, éxito donde ha jugado un papel importante la extensión del regadío, también con nuestro apoyo. Tanto es así que más del 50% de las obras hidráulicas ejecutadas desde 2018 se localizan en zonas vitícolas”. Hoy, el 80% de los cultivos cuenta con sistemas de regadío. 

El Programa Insular de Desarrollo de la Vitivinicultura está permitiendo, no solo el sostenimiento de las hectáreas en producción, sino incluso su aumento, a diferencia del resto del archipiélago, ya que gracias al asesoramiento y subvenciones del Cabildo en los últimos 4 años se han puesto en cultivo unas 21 hectáreas nuevas.