Tenerife ha afrontado el verano de 2025 con el mayor operativo de prevención y extinción de incendios forestales de su historia. Nunca antes la isla había contado con tantos recursos humanos, técnicos y logísticos para proteger su territorio frente a un riesgo que el cambio climático ha multiplicado en los últimos años.
El Cabildo de Tenerife ha puesto en marcha una campaña que moviliza a cerca de mil efectivos y que estará activa hasta el 2 de noviembre, aunque podría prolongarse en función de las condiciones meteorológicas.
La presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, destaca que se trata de “un operativo histórico, diseñado para proteger nuestros montes, cuidar de nuestro entorno y, sobre todo, proteger a nuestra gente”. En un contexto marcado por el aumento de las temperaturas, la baja humedad, la sequedad del viento y la acumulación de combustible vegetal, las instituciones insulares han redoblado esfuerzos para reforzar la capacidad de respuesta ante emergencias. “El cambio climático ya no es un escenario de futuro, es el presente y debemos estar preparados para los retos que supone”, señaló la presidenta.
El dispositivo de este año se caracteriza por su magnitud y por la coordinación interinstitucional. Además de los bomberos forestales del Cabildo (Brifor) y las Brigadas de Intervención Rápida (Brivam), participan efectivos del Ejército de Tierra, Guardia Civil, Policía Canaria, Consorcio de Bomberos, Protección Civil, agrupaciones municipales y personal del Parque Nacional del Teide. Todos ellos trabajarán de manera conjunta bajo un sistema de mando unificado para garantizar rapidez y eficacia en la respuesta.
Uno de los refuerzos más destacados es el Programa Prometeo, impulsado gracias a un convenio con el Ministerio de Defensa. Esta iniciativa posibilita el despliegue de 920 patrullas del Ejército durante 92 días consecutivos en las zonas de mayor riesgo, especialmente en las medianías, donde se concentra gran parte de la población que vive en áreas de interfaz forestal.
Vigilancia inteligente y medios aéreos avanzados
La tecnología se ha convertido en un aliado clave en esta lucha. El Cabildo aprobó recientemente la instalación de una red de 70 sensores inteligentes que permitirá vigilar el 94 % del territorio insular. Con una inversión de 1,4 millones de euros y un plazo de ejecución de tres años, este sistema facilitará la detección temprana de posibles conatos de incendio, optimizará el uso de los recursos y reforzará servicios esenciales vinculados al medio ambiente.
En el ámbito aéreo, Tenerife cuenta con dos helicópteros propios operativos durante todo el año, con capacidad para 1.000 litros de agua y equipados con tecnología de geoposicionamiento. A ellos se suman los helicópteros multifunción del Gobierno de Canarias y el avión Air Tractor con base en La Gomera. Como novedad, se ha incorporado este año la vigilancia aérea nocturna mediante helicópteros del Batallón de Helicópteros de Maniobra V, con base en Los Rodeos, que amplían la capacidad de control durante …
El operativo se ha reforzado además con drones equipados con cámaras térmicas y visuales, capaces de detectar puntos calientes en condiciones de baja visibilidad y transmitir imágenes en tiempo real para apoyar la toma de decisiones en el terreno. Estos dispositivos se han consolidado como una herramienta clave para detectar conatos en fases muy tempranas y analizar la evolución de los focos activos.
En paralelo, el Cabildo ha invertido de manera significativa en la modernización de sus medios terrestres. Solo en el periodo 2023-2025 se han incorporado 14 autobombas forestales pesadas, 3 autobombas medianas Unimog y 2 nodrizas con capacidad para 9.000 litros, lo que ha supuesto una inversión cercana a los 6 millones de euros.
En la campaña de 2025 se han presentado cuatro nuevas autobombas pesadas, con capacidad de entre 3.500 y 5.000 litros, que destacan por su versatilidad y eficacia. Estos vehículos permiten llegar a zonas de difícil acceso y garantizan una respuesta rápida en terrenos donde antes era más complejo intervenir.
Prevención sostenible: del pastoreo al Plan de Medianías
Además de la vigilancia y los recursos de extinción, Tenerife ha apostado fuerte por la prevención. Una de las iniciativas más innovadoras es el uso del pastoreo controlado como estrategia de reducción de la carga vegetal. El Cabildo ha lanzado un proyecto piloto, con un presupuesto inicial de 90.000 euros, que consiste en emplear rebaños de cabras para limpiar huertas abandonadas o sin actividad agrícola próximas al monte.
La presidenta Rosa Dávila explica que se trata de “poner en valor una actividad tradicional como el pastoreo y, al mismo tiempo, convertirla en una herramienta eficaz de gestión forestal”.
Otro de los pilares estratégicos es el Plan de Medianías de Tenerife, puesto en marcha en 2024 con una inversión de 3,6 millones de euros y un horizonte de ejecución de tres años. Este plan combina seguridad, sostenibilidad y recuperación del paisaje mediante más de 220 actuaciones en 19 municipios del noroeste de la isla. Entre las acciones destacan la reducción de vegetación seca en zonas de riesgo, la creación de refugios de biodiversidad en fincas particulares, talleres de autoprotección vecinal entre otras actuaciones.
En una isla donde el 25 % de la población vive en áreas de interfaz forestal, este plan representa un cambio de paradigma en la gestión del riesgo, al implicar directamente a los ciudadanos en la construcción de un cinturón de protección.
Un esfuerzo colectivo frente al fuego
La consejera de Medio Natural, Sostenibilidad y Seguridad y Emergencias, Blanca Pérez, recuerda que este operativo “es fruto de la planificación y de escuchar a quienes están sobre el terreno”. Subraya también que la prevención “es tan importante como la extinción y que, en un escenario de cambio climático, el reto pasa por reducir la vulnerabilidad del territorio”.
Con este operativo histórico, Tenerife dispone de más medios, más coordinación y una estrategia integral que combina prevención, innovación tecnológica y compromiso ciudadano. Un esfuerzo colectivo que demuestra que la isla ha aprendido de las experiencias pasadas y está mejor preparada que nunca para defender sus montes, su biodiversidad y a sus habitantes.
