“La frescura y la calidad de los ingredientes locales y de nuestro mar me permiten ofrecer platos auténticos y llenos de sabor”

En el corazón del Muelle Deportivo de Las Palmas de Gran Canaria, con el Atlántico como testigo diario de su creatividad, se encuentra Barracuda, un espacio gastronómico donde la cocina cobra vida bajo la mirada inquieta y apasionada de Alberto Pérez.

Al frente de los fogones, este joven cocinero ha sabido traducir su respeto por el producto fresco y local en platos que hablan de mar, de raíces, y de una manera muy personal de entender la cocina. Su propuesta, cuidada hasta el más mínimo detalle, combina sabor, técnica y emoción, convirtiendo cada visita a Barracuda en una experiencia para los sentidos.

Hoy nos acercamos a su universo, a sus ideas, a su cocina… para descubrir al cocinero y también a la persona que está detrás de cada elaboración. Conversar con él para la revista Crónicas, es todo un privilegio. 

  • ¿Cómo nació Barracuda y qué querías contar al mundo con este proyecto gastronómico?

Llegué a Barracuda en su nueva etapa. Un restaurante que se distingue por su ubicación privilegiada en el Muelle Deportivo de Las Palmas de Gran Canaria, ofreciendo vistas espectaculares al puerto y una atmósfera tranquila y elegante. El nombre del restaurante Barracuda evoca la conexión directa con el mar que lo rodea. La barracuda es un pez depredador que habita las aguas atlánticas cercanas, simbolizando la frescura y autenticidad de los productos locales que ofrecemos. Un nombre, por cierto, que refuerza la identidad marina del establecimiento y su compromiso con la cocina del mar.

  • ¿Qué tiene el Muelle Deportivo que lo convierte en el lugar perfecto para tu cocina?

La verdad es que estoy encantado. El Muelle Deportivo de Las Palmas es un lugar único y vibrante, lleno de vida y con vistas impresionantes al mar. Para mí, como cocinero, ese entorno inspira creatividad y pasión por la gastronomía. Además, la cercanía al mar me permite ofrecer ingredientes frescos y de calidad, lo que es fundamental para crear platos deliciosos. Todo esto hace que el Muelle Deportivo sea el lugar perfecto para la nueva etapa del restaurante Barracuda y para que mi cocina pueda brillar al máximo.

  • ¿Qué papel juega el producto local y el mar en tu propuesta gastronómica?

El producto local y el mar son fundamentales en mi propuesta gastronómica. La frescura y la calidad de los ingredientes locales me permiten ofrecer platos auténticos y llenos de sabor, que reflejan la riqueza de nuestra tierra y nuestro entorno marítimo. El mar, en particular, inspira muchos de mis creaciones, ya que me permite trabajar con pescados y mariscos frescos, resaltando su sabor natural y aportando un toque especial a cada plato. Para mí, integrar estos elementos es una forma de honrar nuestra cultura y ofrecer una experiencia culinaria genuina y memorable a quienes nos visitan. Ojo, también creamos platos con productos de la tierra.

  • ¿Cómo describirías la experiencia de comer en Barracuda con tres palabras?

¡Vamos!… Auténtica, fresca y acogedora.

  • ¿Recuerdas el primer plato que cocinaste y el momento en el que decidiste dedicarte profesionalmente a la cocina?

¡Sí! Unos macarrones con salsa de cebolla caramelizada que quedaron sorprendentemente bien, ¿el secreto?, quizás el vino tinto. 

  • ¿Qué te inspira a la hora de crear un nuevo plato? ¿Partes de un sabor, de una emoción, de un recuerdo?

¡Qué buena pregunta! La inspiración para crear un nuevo plato puede venir de muchas fuentes diferentes. En mi caso, viene de mis abuelas…. Ellas me inspiran en sabores que me recuerdan momentos especiales, otras en emociones que quiero transmitir a través de la comida, y también parto de recuerdos de lugares queridos. En general, la creatividad en mi cocina puede surgir de cualquier cosa que despierte sentimientos o ideas, ¡y eso es lo que hace que cada plato sea único y especial!

  • En un sector tan competitivo como la restauración, ¿qué crees que hace diferente a Barracuda?

En un sector tan competitivo como la restauración, lo que suele hacer que un lugar destaque es esa combinación de calidad, innovación y un toque personal que lo hace único. Puede ser la atención cercana y auténtica, la creatividad en los platos, un ambiente acogedor o una propuesta que conecta con las necesidades y gustos de la clientela. En definitiva, lo que diferencia a un restaurante como Barracuda es esa pasión por ofrecer una experiencia memorable y auténtica que haga que los comensales quieran volver una y otra vez. Como me dijiste un día Kiko, “aquí repetir está bien visto” (risas)

  • ¿Cómo es tu equipo en cocina? ¿Qué importancia le das al ambiente humano en el día a día?

Sin duda, el equipo que me acompaña es el mejor. El equipo es importante en cualquier trabajo, en la cocina si cabe, mucho más. Te destaco a Ghofur, de Indonesia, siempre con la sonrisa en la boca, apasionado por el trabajo y muy positivo; luego está Remcy, un filipino que sabe latín y que hace los mejores arroces con una capacidad extraordinaria para mantener la calma; y por último te hablo de Abian, el único canario junto conmigo, casi mi alma gemela, con el que organizo todo. Para mí, el ambiente humano en el día a día es fundamental. Un buen ambiente de trabajo —basado en el respeto, colaboración y buena comunicación— no solo hace que las tareas sean más agradables, sino que también fomenta la creatividad, la motivación y el compromiso. Cuando las personas se sienten valoradas y apoyadas, el trabajo en equipo fluye mejor y se logran resultados más positivos. Además, en un entorno amigable y armonioso, todos disfrutan más del día a día, lo que se refleja en la calidad del servicio y en la experiencia que se ofrece a los clientes. En resumen, el ambiente humano es la base para un trabajo feliz, productivo y lleno de energía positiva.

  • ¿Cuál ha sido el mayor reto que has enfrentado como chef?

A cada día le basta su afán… Uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos los chefs suele ser mantener la creatividad y la calidad en un entorno de alta presión y ritmo acelerado.

  • ¿Qué sueñas para el futuro de Barracuda y de tu carrera como cocinero?

Soy de las personas que viven el presente. Me interesa mucho el hoy y el ahora. Disfrutar de cada instante. Pero es verdad que todos tenemos sueños personales y los míos pasan por seguir aprendiendo, explorando nuevas técnicas y sabores, y quizás algún día liderar mi propio proyecto o restaurante, dejando una huella positiva en la gastronomía. De momento, muy feliz aquí, en Barracuda. ¡Lo importante es mantener esa pasión y seguir soñando en grande!

En la cocina de Alberto Pérez se encuentran la memoria y la innovación. Cada plato que sale de Barracuda lleva el alma de las abuelas, su cariño, su legado, su forma única de entender el sabor. Pero también lleva la mirada firme de quien sabe que la tradición no está reñida con el futuro.

Alberto cocina con respeto por lo que fue, y con valentía hacia lo que está por venir. Por eso, vale la pena embarcarse en cualquiera de sus propuestas: porque no son solo recetas, son experiencias que nos conectan con lo más profundo y, a la vez, nos invitan a mirar hacia adelante.

¡Nos supo!