Valsendero Celebró su Historia: Un Siglo de Fe y de Comunidad

El barrio de Valsendero vivió a finales de junio una jornada de profundo significado histórico y emocional con la presentación oficial del libro “La Ermita de Valsendero: Centenario de su construcción, apertura al culto y fundación de la parroquia” y la inauguración de la placa conmemorativa que recordó los cien años de vida espiritual, social y arquitectónica de su ermita.

Este acto se enmarcó dentro del programa del Centenario de la Ermita de San Luis Gonzaga, cuya construcción concluyó en 1925 como fruto del esfuerzo vecinal de una comunidad profundamente marcada por la fe católica y el sentido de pertenencia territorial. La ermita fue abierta al culto el 29 de junio de ese mismo año y ha funcionado desde entonces como núcleo de cohesión para el barrio y sus generaciones.

La velada reunió a cerca de un centenar de personas entre vecinos, autoridades, miembros de la parroquia y representantes culturales. En ella se destacó la importancia de este hito no solo como celebración religiosa, sino como acto de preservación del patrimonio material e inmaterial de las medianías grancanarias.

El volumen presentado, fruto de una extensa labor de investigación documental y memoria oral, fue elaborado por Miguel González Pérez, José Luis Reyes Díaz y Vicente Rodríguez Suárez. A lo largo de sus páginas, el libro recopiló documentos parroquiales y municipales, fotografías inéditas y testimonios vecinales que narraron la historia de la ermita y su impacto en la vida cotidiana de Valsendero durante un siglo.

El alcalde de Valleseco, José Luis Rodríguez Quintana, subrayó durante su intervención la relevancia de esta obra como patrimonio cultural del municipio:
“Este libro es más que un homenaje a un edificio; es el testimonio de un pueblo que, con fe, esfuerzo y solidaridad, ha forjado una identidad que se transmite de generación en generación. Celebramos no solo una fecha, sino un legado”.

La jornada incluyó también la inauguración de una placa conmemorativa en la fachada del templo, presidida por el alcalde y el párroco del municipio, José Santiago Quintana Quintana, quien destacó la ermita como símbolo de esperanza y encuentro:
“Esta placa es un acto de gratitud hacia quienes con su devoción y trabajo silencioso hicieron posible esta casa de Dios. La ermita es memoria viva, reflejo de una fe compartida que se fortalece con el tiempo”.

El acto contó con la participación activa de la Asociación Vecinal de Valsendero, responsables junto a la parroquia de impulsar la iniciativa editorial. El proyecto se gestó en encuentros comunitarios y fue concebido como una obra colectiva con vocación de permanencia.

El acto central tuvo lugar el 28 de junio, en la plaza de Valsendero, frente a la ermita. El evento fue presentado por la periodista Wendy Fuentes y ofreció un programa elaborado con mucho cariño y cargado de emotividad, incluyendo intervenciones de distintas generaciones, así como la proyección de un documental que repasó la evolución del barrio, la devoción a San Luis Gonzaga y a la Virgen Milagrosa, y la huella imborrable de quienes forjaron la identidad de Valsendero.

Como parte del acto, se recreó el tradicional arco festivo, en el que participaron representantes de todos los barrios del municipio: Barranquillo de Zamora, Zamora y La Laguna, Zumacal, Caserón, Troyanas y Carpinteras, El Recinto, Club de Mayores “José Castellano Sánchez”, Barranquillo de Lanzarote, Lanzarote, El Lomo, Madrelagua, Barranco de La Virgen y la Comunidad Parroquial de Valleseco.

Este homenaje no solo rememoró un siglo de historia, sino que también fue “una ofrenda al presente y una semilla para el futuro”, tal como expresó el emotivo vídeo proyectado durante la velada.

El alaclde W subrayó la relevancia del centenario para todas las medianías:
“Este año tocó celebrar el centenario de la iglesia de Valsendero, un acontecimiento histórico, sin lugar a duda, que puso en valor los 100 años de compromiso por parte de la vecindad para mantener viva la identidad de todo un barrio. Fue una jornada para recordar el devenir, la evolución y el desarrollo de este enclave de Valleseco”.

«Compartimos con todos este momento único en nuestra historia. Celebramos juntos el Centenario: honramos el pasado, vivimos el presente y caminamos hacia el futuro.»

Una mirada al pasado: Valsendero, entre la montaña y la fe

Situado en el corazón del Barranco de la Virgen, Valsendero ha sido históricamente un enclave agrícola de las medianías del norte de Gran Canaria, caracterizado por su orografía montañosa, su riqueza hídrica y su fuerte tejido comunitario. Desde épocas prehispánicas, la zona fue paso natural entre cumbres y costas, y tras la colonización se consolidó como asentamiento vinculado al aprovechamiento de las aguas, la ganadería y los cultivos de subsistencia.

A lo largo del siglo XIX, Valsendero se fue configurando como núcleo estable, con caseríos dispersos, caminos de herradura y una comunidad que empezó a organizarse en torno a la devoción católica, especialmente hacia San Luis Gonzaga. La construcción de la ermita en 1925 marcó un antes y un después en su historia, al dotar al barrio de un centro espiritual, social y cultural que desde entonces ha acompañado cada etapa de su evolución.

Enclavado en un paisaje de bancales, pinares y nieblas, Valsendero ha sabido mantener vivas sus tradiciones a través de generaciones, con una identidad marcada por la resiliencia rural, la solidaridad vecinal y un profundo respeto por la naturaleza y la fe. Este centenario ha sido, sin duda, una reafirmación de ese legado.